London Blogging Night

¡Hola!


El relato con el que inauguramos esta aventura se tituló London Bloggin Night y es una historia de amistad con todos los ingredientes de una novela de intriga: una desaparición misteriosa, un personaje siniestro, pasiones, miedos e incertidumbres. Puedes encontrar los 47 capítulos en el archivo.


Ahora iniciamos una Isla de Relatos (casi perversa) donde intentaremos contar historias que os evadan un rato, a la vez que os provoquen. Queremos que paséis un tiempo, sea el que sea, pero que sea memorable.



Patricia & Isabel


viernes, 15 de febrero de 2013

CAPÍTULO 12: Un alma oscura

“El viejo se las busca de maravilla. Esta mujer es una preciosidad, y estaría mucho mejor colgada de mi brazo que de la mano del jefe carcamal…”.
-Hola, Eme. Es un placer… y no sólo conocerte, sino tenerte aquí plantada, ante mí. Eres una fiesta para los ojos, lo sabes. No hagas mucho caso a tu acompañante: siempre le ha gustado fanfarronear de lo bien rodeado que está y de lo estupendos y profesionales que somos todos los que trabajamos con él. Cree sólo una parte de lo que te cuente. Con esa sencilla norma estarás más acertada… ¿Verdad, Stephen?



“Me da igual que el vejestorio se incomode. Siempre tan correcto, tan educado, tan encantador de serpientes… Estoy hasta las narices. Y cada día más harto, más cansado, más hastiado de tener que aguantarle. Tengo un buen trabajo, me gusta, pero… ¿qué tiene que ver eso con que él tenga lo mejor? ¿Por qué él se lleva esas piezas de caza tan ricas y yo, en bastantes ocasiones, me tengo que conformar con las sobras? No es justo. Las cosas tienen que cambiar. Quizás gracias a este diamante por tallar recién llegado…”.
-Lo que acaba de decir este sátiro, querida Eme –suelta Stephen-, es el producto de su habitual mente calenturienta. Cuando alguien o algo le atrae poderosamente se convierte en un obseso del objeto de su deseo del momento. Le fascinas, cariño, y por eso me ataca. Te da consejos para que desconfíes de mí, y así le ves como un alma sincera que quiere protegerte de su cruel superior. Cuando el que tiene el alma más oscura és él mismo…
-Pero, bueno, no doy crédito a esta conversación. ¿Tan mal os lleváis? –se sorprende Eme. -No es eso –reflexiona Stephen-. ¿A que le hemos dado una impresión equivocada a nuestra amiga, John? ¿A que somos complementarios? -Claro que lo somos –“¡qué bien miento!”-. Tú tienes el prestigio, el dinero y la educación. Yo soy el imaginativo, el creativo, el que tiene las mejores ideas y no se cansa hasta transformarlas en la realidad más brillante. Vamos, que soy el genio… jajajjaja… pero sin ti, tu galería y tus contactos no podría volar tan alto. Siempre en deuda contigo. -¡Vamos, vamos! ¿Ahora vuelves a exagerar? No me debes nada, puesto que vales tanto que nunca podría pagar lo suficiente por contar contigo. Por ahora, basta de charla, que al final cansaremos a Eme…
Encanto, ¿te gustaría tomar un café en nuestro office mientras John termina su trabajo de hoy? Después puede unirse a nosotros, ¿verdad, John? Tú delante, cielo…
“Míralo. Siempre quiere tener la última palabra. Y no le debo nada para ser su vasallo. En todo caso, me lo debe él a mí. Con creces. Cuando más le necesité no estuvo. En los peores tiempos, cuando más me hacía falta un apoyo sincero ante todas las dudas que se me presentaban, él tampoco estuvo. Cuando eché en falta alguien que me escuchara, que me entendiera, o que simplemente me regalara su compañía, para disfrutarla incluso en silencio, NO, él no estuvo. Soy el que soy por su ausencia impuesta durante años, por su falta de cariño. Mamá nunca fue suficiente. Y hace tiempo que ya no está.”

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