Sentada en una silla de madera sobre un precioso almohadón de terciopelo, una mujer esbelta de cabellos suavemente dorados y dispuestos en un sencillo recogido. Quien la mira imagina que ella acaba de dejar en el respaldo de la silla la bata que llevaba sobre su camisón blanco de seda. Y también imagina que está melancólica y que, por ello, piensa a espaldas del espectador, con la mirada, quizás perdida, hacia la derecha y ante un cortinaje oscuro. ¿Qué le habrá ocurrido a esa mujer? ¿En qué estará pensando? ¿Por qué no hace nada?
Esas mismas preguntas se plantea Stephen, vestido de impecable Armani y atento al cuadro que tiene delante, en la pantalla de su Apple: la imagen de una mujer sentada, de un pintor hiperrealista de Nueva York nacido del grafiti y preciosista con los detalles. “Curanaj está llamado a ser un gran maestro y aún tiene mucho recorrido por delante”, se repite Avery a sí mismo, “tengo que hacer algo pronto antes de que otros se nos adelanten”. Con esa decisión en la cabeza, Stephen oye el ruido de la puerta de la galería al abrirse. Y tras ella aparecen unos radiantes John y Eme.
Stephen se adelanta a los saludos:
- ¡Buenos días, pimpollos! Veo que ha sido una noche movidita… Ya hablaremos de ello más tarde. Lo que ahora quiero es explicaros una idea y una decisión que acabo de tomar y me encantaría que secundaseis. Sigo… Estoy muy interesado en un artista hiperrealista, un norteamericano de 40 años que empezó su carrera corriendo tras la policía a causa de sus composiciones de arte urbano. Os mostraré ahora obras suyas. Se llama Tony Curanaj, es un mago de los detalles, hasta de los más nimios, sus obras se cotizan hasta los 50.000 euros y vive en Nueva York.
-Y tu interés por ese artista, quieres que esté relacionado con nosotros, ¿no es cierto? –a John le falta tiempo para intervenir. Sabe que Stephen está tramando algo y que les va a soltar la bomba de un momento a otro. Mira a Eme, que está esperando el desenlace del momento.
-Sí, apreciado colega. No te equivocas. Tengo un plan: estoy pensando en hacerle una oferta personalmente para llevar a cabo un proyecto juntos. He visto ‘Agua, Aguas’, una exposición en Barcelona muy recomendable que combina literatura y arte plástico acerca de un único tema, el agua. En ella han participado escritores, fotógrafos y pintores de renombre y me gustaría trabajar algo parecido, que no tiene por qué ser del mismo estilo, pero sí siguiendo esa idea de entrelazar artes distintas. Y Curanaj me parece un elemento que podría encajar muy bien en todo ello.
Eme y John vuelven a intercambiar miradas. Ese adverbio, “personalmente”, que se unía a “hacerle una oferta” a ese grafitero estadounidense, ¿les incluye a ellos? ¿Se van de viaje a Nueva York? ¿Los tres? ¿Sólo Stephen? ¿Cuándo?
-Te veo entusiasmado –comenta Eme-. ¿Cuándo te vas a la Gran Manzana?
“Esta mujer me tiene extasiado, la verdad. Es como nosotros: siempre directa”, reflexiona Stephen, “será mejor que espabile o el listillo de mi ayudante no va a compartir la caza, que no me chupo el dedo…”- y le dice, en voz alta, a Eme:
-Cariño, no fallas nunca. Donde pones el ojo, pones la pregunta. No deseo ir solo: necesito que vengáis conmigo.
Eme se ha ido a hacer unas llamadas y tomarse algo sólido, mientras John y Stephen siguen hablando en el despacho. Pero ahora la temática ya no es el nuevo proyecto en Nueva York, sino, precisamente, la mujer que acaba de salir. Y Stephen está enfadado:
-Prefiero creer, John, que no me estás dejando al margen, sino que esta manera de proceder es una de tus estrategias. No quiero que me tomes el pelo, puesto que a esta tarea también estoy llamado. No me pongas zancadillas, ni hagas lo que sea a mis espaldas. Tienes que mantenerme informado, y lo sabes. Tienes que incluirme en tus maniobras, o habrá consecuencias. Sobre todo, no juegues conmigo. Para jugar ya la tenemos a ella…
-Sólo estoy anudándole los lazos, para después apretar. ¿Cómo es posible que desconfíes de mí? ¿Acaso te he fallado alguna vez? Con esta mujer necesito explorar otros caminos. Sabes que es distinta a todas y no puedo convencerla ni engañarla de la misma forma. Nos lo vamos a tener que currar más, querido.
-Por eso este viaje puede significar un doble beneficio para nosotros. Contar con un artista disputado y de categoría, y también ganar un trofeo, digamos, humano. Cuanto más la alejemos de su amiga del alma, muchísimo mejor. Porque Eme es todo un premio y eso no me lo vas a discutir. ¿Es buena en la cama?
-Es un ángel y un demonio, sí, ya sé, un topicazo, pero verdadero. Tiene fuego en las entrañas, una pasión que te hace arder y unos labios que han nacido para llevarte al Cielo, o a otra dimensión más bondadosa que esta que habitamos.
Al escucharle, el maduro galerista se reafirma en su decisión:
-Iremos a Nueva York, y allí me toca mover ficha. Tenemos que darle una nueva vuelta a la tuerca y estrechar aún más los nudos. Y esta vez no disfrutarás tú solo la diversión.
John le mantiene la mirada y sonríe. “El viejo tiene ganas de fiesta. A ver cómo se las arregla para superarme, o quizás prefiere dar rienda suelta a sus instintos más primarios y que la compartamos. ¿Estará dispuesta Eme a tantas emociones extrañas, a experimentos tan repentinos y descarados? Si esa última es la intención que él tiene entre ceja y ceja, estoy deseando sentir a esa morena entre “nuestros” brazos… Si se atreve a eso, un poco de su alma ya es nuestra”.
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London Blogging Night
¡Hola!
El relato con el que inauguramos esta aventura se tituló London Bloggin Night y es una historia de amistad con todos los ingredientes de una novela de intriga: una desaparición misteriosa, un personaje siniestro, pasiones, miedos e incertidumbres. Puedes encontrar los 47 capítulos en el archivo.
Ahora iniciamos una Isla de Relatos (casi perversa) donde intentaremos contar historias que os evadan un rato, a la vez que os provoquen. Queremos que paséis un tiempo, sea el que sea, pero que sea memorable.
Patricia & Isabel
El relato con el que inauguramos esta aventura se tituló London Bloggin Night y es una historia de amistad con todos los ingredientes de una novela de intriga: una desaparición misteriosa, un personaje siniestro, pasiones, miedos e incertidumbres. Puedes encontrar los 47 capítulos en el archivo.
Ahora iniciamos una Isla de Relatos (casi perversa) donde intentaremos contar historias que os evadan un rato, a la vez que os provoquen. Queremos que paséis un tiempo, sea el que sea, pero que sea memorable.
Patricia & Isabel
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