London Blogging Night

¡Hola!


El relato con el que inauguramos esta aventura se tituló London Bloggin Night y es una historia de amistad con todos los ingredientes de una novela de intriga: una desaparición misteriosa, un personaje siniestro, pasiones, miedos e incertidumbres. Puedes encontrar los 47 capítulos en el archivo.


Ahora iniciamos una Isla de Relatos (casi perversa) donde intentaremos contar historias que os evadan un rato, a la vez que os provoquen. Queremos que paséis un tiempo, sea el que sea, pero que sea memorable.



Patricia & Isabel


lunes, 13 de julio de 2015

Capítulo 45: La luz que me ilumina

Nació Sol, mi única hija y razón por la cual pude soportar la tortura y aislamiento a la que estaba sometida. Durante los primeros meses resultó mi salvoconducto puesto que me apartaron del "negocio" temporalmente. En el parto hubo complicaciones y sufrí una hemorragia interna que casi me deja postrada en la camilla y le pone la etiqueta de huérfana a una niña que ya lo era de padre. Al Martum, su padre, había desaparecido meses antes del nacimiento de Sol. Nunca supe si consiguieron manipularle de tal forma que transformó su amor por mí, en olvido; o lo borraron del mapa con alguna de sus técnicas mafiosas. Se esfumó de la noche a la mañana sin dejar ni una breve nota. Pensándolo bien, la brevedad tampoco hubiera contribuido a aumentar el entendimiento.

Descompuesta y sin nota, seguí mi periplo hasta ver la carita de Sol. Anduve de encierro en encierro, solo que a mí no me acababan de matar de una estocada, ni salía jamás al ruedo sola.
Mi último destino fue Samara, la bonita ciudad de Rusia de mi captora, se conoce con mucha demanda de compañía femenina ilícita y donde mis "apoderados" se sintieron seguros. En mis traslados apenas me informaban de algunos detalles y normalmente me sedaban hasta llegar al destino. En esta ocasión, el embarazo lo impidió, por lo que fui plenamente consciente de hacia dónde nos dirigíamos.

Llevaba varios meses volcada en mi completa recuperación para el negocio y en el cuidado de mi hija. Estaba disfrutando de esa falsa e hipócrita libertad y me sentía relativamente tranquila.

Parecía que por fin confiaban en dejarme salir una mañana cuando escuché una voz familiar que casi hace saltar todos los puntos de nuevo, a pesar de que ya habían cicatrizado.

_ Tenemos que movernos de aquí rápidamente. Ayer recibí la llamada de la inspectora Crisitna Ruiz preguntándome dónde estaba porque quería hablar conmigo. No sé de qué va esto pero me localizó y quiere venir. Parece ser que han extorsionado a un cliente de Eme y sobornado para que actúe como testigo. ¡Quiere que lo conozca, que hable con él! Temo que pueda reconocerme, no sé quién es exactamente pero es posible que hasta me haya ido a tomar alguna copa con él!

¿Guille? ¡Era Guille! ¿Qué hacía él aquí, tan cerca de mí, y sin rescatarme? En un descuido de mis vigilantes conseguí colarme en la habitación de la que provenía la voz y entré. Se me paró la circulación. Por un instante pensé que se me había congelado la sangre e iba a necesitar asistencia respiratoria. Estaba frente a mi "amigo" del alma y no salía a mi rescate!! Obviamente, estaba en el bando de los malos. El silencio que nos había invadido se vio truncado por su “¿Quién coño la ha dejado salir de su habitación?”.



Lo que siguió a su grito fueron unas manos que me taparon la boca con un trapo que olía a interior de armario y un fundido a negro. Un descuido había permitido que descubriera la guinda del pastel. Mi mejor amigo me había vengado. El encierro de sus padres, durante nuestra juventud, se había equilibrado en una cruel balanza, con el mío. Descanse en paz.

A unos kilómetros de ahí, la inspectora Cristina Ruiz daba instrucciones a su equipo. - Quiero que citéis a ese tal Guillermo y el nuevo testigo para hacer una ronda de reconocimiento. ¡Y quiero que lo hagáis ya! Si es necesario iremos a buscar al escurridizo y supuesto amigo de la familia donde quiera que esté, con sus negocios que huelen más a tapadera que las las ollas de mi abuela. Este nuevo personaje está tan asustado porque le vayamos con el cuento a su mujer que creo nos facilitará la investigación.

Mientras todos se ponían en marcha, la inspectora marcó el teléfono de su amiga Sabela para darle unas pequeñas pinceladas de esperanza con los nuevos avances en el caso de Eme. ¡Sabela no podía creer que Guille estuviera involucrado en todo esto! Como tampoco quería imaginar el calvario por el que estaría pasando su querida amiga Eme, su alma, su corazón, su hermana! Se desesperaba pensando que hacía casi dos años ya que la dejó feliz en Londres, para pasar un fin de semana de fiesta, mientras ella regresó a los brazos de su entonces novio Marcus.

Marcus era ahora un buen ex, a los que se felicita algunas fechas señaladas y de los que se recibe un 'igualmente' cariñoso. No pudo llegar a más. Pero tampoco fue menos. Y desde luego, fue. Y bonito, mientras fue.

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